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Emisario submarino de Pichilemu

De la Enciclopedia Colchagüina
Una manifestación contra el emisario submarino pasando por la avenida Agustín Ross de Pichilemu, en 2006.

El emisario submarino de Pichilemu fue un fallido proyecto de la empresa sanitaria ESSBIO, que buscaba evacuar las aguas servidas de la ciudad de Pichilemu al mar, y que tuvo gran resistencia en la comunidad por su impacto ambiental.

Antecedentes

Desde los albores de su historia, la ciudad de Pichilemu mantenía como problema sin resolver el tratamiento de las aguas servidas. Incluso en la actualidad, buena parte de la localidad no cuenta con alcantarillado. En 2009, el servicio sanitario tan solo cubría el 35% del área urbana de Pichilemu.

Al menos desde fines de la década de 1960, parte de los desechos eran dirigidos a la laguna Petrel, antiguamente de carácter recreacional y que por la contaminación excesiva debió cesar su uso público.

La sanitaria ESSEL, que más adelante se renombró ESSBIO, se fijó en 1995 dos años de plazo para "dar solución a la cobertura de alcantarillados y los problemas de aguas servidas asociados". Pasado el autopropuesto término, la empresa lo pospuso hasta que eventualmente decidió utilizar la infraestructura existente, construida por el municipio o por los propios vecinos, proponiendo la construcción de redes de alcantarillado en el largo plazo.

El presidente Ricardo Lagos, durante una visita a Pichilemu en 2001, manifestó su preocupación por el hecho de que la ciudad no contara con planta de tratamiento de aguas servidas y un servicio integral de alcantarillado en el siglo XXI, por lo que anunció que "antes que me vaya de mi cargo voy a venir a inaugurar estas obras".[1] Las autoridades locales, reunidas en el Concejo Municipal, comenzaron a gestionar la provisión de una alternativa viable a la problemática en la comuna.

El proyecto

Presentación de la propuesta

El 30 de diciembre de 2004, el Concejo Municipal de Pichilemu, integrado entonces por el alcalde Jorge Vargas González y los concejales Marcelo Cabrera Martínez, Roberto Córdova Carreño, Aldo Polanco Contreras, Víctor Rojas González, Héctor Cornejo Galarce y Hernán Garrido Salas, se reunió en sesión extraordinaria (estando ausente Garrido) con el gerente general de ESSBIO, personeros de la empresa, el gobernador de la provincia Cardenal Caro Fabricio Jiménez Mardones, el fiscal regional, el director regional del Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) y el director regional del Servicio de Salud del Ambiente.[2]

La reunión fue presidida por el alcalde Vargas, quien la comenzó explicando "la situación actual del sistema de alcantarillado y sus trámites". Acto seguido, y tras una breve intervención del gobernador Jiménez, los representantes de ESSBIO proceden a explicar el proceso de instalación del emisario submarino. Con una inversión ascendente a 2 mil 600 millones de pesos, el desecho de residuos tendría tres etapas: tratamiento físico, tratamiento en directo transporte y el tratamiento submarino.[2]

ESSBIO dio como ejemplo "exitoso" a dos emisarios instalados en la bahía de Concepción en 1994, "no encontrándose muestras de bacterias en zonas cercanas al punto de descarga directa en el fondo del mar a 40 o 50 metros". El director de Salud del Ambiente expresó en la oportunidad que "cada tres meses se envían los datos monitoreados a la DIRECTEMAR para seguridad de las personas. En el caso de Pichilemu, existiría una planta de pre-tratamiento (polietileno de alta densidad)".[2]

Se presentaron, entonces, las acciones siguientes: "cuatro cuadras con los sistemas de corrientes; acciones siguientes (elaboración de estudios ambientales, licitación de obras, ejecución, instalación); en diciembre de 2005 estaría operando el emisario submarino".[2]

El emisario consistiría en un tubo de 1.700 metros de longitud que arrojaría los desechos sanitarios procesados en la planta de tratamiento, cuya ubicación se proyectaba en calle Aníbal Pinto entre Alcalde Caro Martínez y Camilo Henríquez, desembocando en el mar, justo en frente de la playa principal. La iniciativa fue unánimemente aprobada por el Concejo Municipal.

El director regional de SERNAPESCA señaló en la sesión del Concejo Municipal que "este proyecto va a pasar por etapas muy duras y para eso es necesario hacer un trabajo de sensibilizar a las instituciones que finalmente deben autorizar el proyecto, tarea que va a tener que realizar el gobierno comunal". Ningún concejal ni el alcalde se opuso a la idea de ejecutar el proyecto del emisario submarino.[2]

Acciones posteriores

La sanitaria rápidamente inició mediciones y estudios climáticos para la implementación del proyecto. En enero de 2005 ESSBIO señalaba que se esperaba la construcción de la planta por etapas a partir de abril de ese año, para iniciar la operación del emisario desde diciembre.

Sin embargo, tras una exposición pública de las especificaciones técnicas del proyecto en marzo de 2005, se inician las dudas de la comunidad con la iniciativa. En esta instancia se señaló que la planta de tratamiento no sería tal, sino que de pre-tratamiento, solo reteniendo desechos de ciertas características, evacuando los coliformes fecales al mar, donde supuestamente serían depurados en un 99%.

Oposición

Tras la presentación del proyecto del emisario submarino, se inició en la comunidad de Pichilemu un movimiento ciudadano en contra de la propuesta, ya que tanto la sanitaria como las autoridades locales, destacándose entre ellas la figura del alcalde Jorge Vargas González, no parecían tener intenciones de escuchar argumentos de las fuerzas vivas locales.

El 27 de septiembre de 2005 fue creada oficialmente la Agrupación Ciudadana por un Pichilemu Limpio, movimiento conformado por un grupo no menor de pichileminos, incluyéndose entre ellos dirigentes y representantes de instituciones como organizaciones sociales, sindicatos de pescadores, las cámaras de Turismo y Comercio, surfistas y otros ciudadanos. En total, fueron veintiseis los socios fundadores, contándose allí a Josep Rubau Solés, Lía Lazo Bravo, Washington Saldías González, Luis Fernando Pavez Vargas y Cadudzzi Salas Vera.

El movimiento sentó como base el asumir "la representatividad de la postura e intereses de la comunidad, plantéandose como el medio a partir del cual se hace explícito un acuerdo colectivo [...] para, no solo revertir la ejecución del proyecto Emisario Submarino, sino que también para que la solución sanitaria dependa de la instalación de una planta de tratamiento de aguas servidas que responda a los requerimientos socio-ambientales que dieron origen al conflicto".

Cada lunes, la agrupación se reunía en la Cámara de Comercio de Pichilemu para informar acerca de los sucesos que rodeaban el desarrollo del conflicto y cómo enfrentar el devenir de los hechos. Asimismo, se creó un programa radial para difundir las ideas y objetivos del movimiento.

Entre otras manifestaciones, la Agrupación Ciudadana por un Pichilemu Limpio realizó la denominada "Pro-Playa" en mayo de 2005, en que un centenar de personas se reunieron para limpiar las playas de Pichilemu y dar a conocer mediante pancartas su descontento con las medidas apoyadas por el alcalde Jorge Vargas González. En 2006 se realizó una vuelta ciclística, una cadena humana en la playa y un desfile en el marco de las celebraciones de Fiestas Patrias.

Suspensión y cancelación definitiva

Dada la fuerte campaña de la comunidad local, articulada en la Agrupación Ciudadana, la empresa ESSBIO decidió en diciembre de 2006 detener el proceso de evaluación en curso de la planta de tratamiento y el emisario submarino.

El Concejo Municipal y la agrupación entregaron a la sanitaria en enero del año siguiente una carta compromiso en que requieren formalmente un cambio de proyecto y entregan su voluntad de apoyar las gestiones de la empresa. La solicitud es fundada principalmente en la calidad turística de Pichilemu y el que las aguas servidas no deberían afectar el medio ambiente local.

Sin haberse retirado el proyecto de emisario submarino, el 16 de agosto de 2007 se ingresa a la Corporación Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) el DEA de una planta de tratamiento para Pichilemu, cuya construcción es anunciada públicamente el 4 de septiembre. 24 días después, ESSBIO presenta la propuesta de proyecto de planta de tratamiento de aguas servidas para Pichilemu, la que fue aprobada el 5 de febrero de 2008. Esta fue inaugurada oficialmente por el ministro de Obras Públicas, Hernán de Solminihac, en 2010.[3]

Bibliografía


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